Desde hace algún tiempo llevo pensando en esto. En mi librería, hay un libro cuyo autor dejé de apoyar, seguir y ver, hace mucho tiempo.
El libro es Fugitivos en el tiempo y el “escritor” D, es como Voldemort, pero en lugar de no debe ser nombrado es no merece ser nombrado.
Recuerdo comprármelo la semana siguiente de salir, leerlo en apenas una semana y que ni me gustara ni me disgustara, e incluso hacer una reseña para el blog. Recuerdo dejárselo a la que era mi amiga, porque compartíamos nuestro fanatismo por D. También, como a las pocas semanas anunció que rompió con su novia, y los follones y los líos que vinieron después. Que si todo es mentira, que si es una conspiración de ex’s… Y yo siempre decía: "A mi me da igual su vida, yo sólo veo sus videos porque me resultan graciosos." Sin embargo, no sé qué día, no sé por qué, algo hizo click en mi cabeza y me di cuenta de que la vida no es una conspiración constante, de que quizás si todo el mundo está en contra de alguien será porque ese alguien ha hecho algo, de que, quizás, sí se estaba haciendo la victima para humillar a las demás. Y así, dejé de seguirle. Unfollow en la vida. Y block, como a él le gusta.
Por eso, he tomado la decisión de guardar el libro en un cajón, donde ni yo, ni nadie, pueda volver a leerlo/encontrarlo. Así como de borrar la reseña de mi blog. ¿Me jode haberme gastado dinero en ese libro? Sí. Pero en aquel momento era distinta. Para mí, en aquella época, me resulto curioso el libro. Y de eso trata la vida, de cambios constantes que nos hacen madurar y, a veces, sin darnos cuenta.
Adiós Fugitivos en el tiempo. Adiós de mi librería. Adiós de mi blog. Adiós D.
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